viernes, 29 de enero de 2010

La tristeza

Me considero una persona afortunada porque en mis 33 años de vida, creo que he sido bastante feliz.

He vivido momentos malos, como todo el mundo, pero aparte de una ruptura sentimental bastante dolorosa, no ha habido grandes dramas.

Quizás por eso, porque no estoy acostumbrada a estar triste, se me hace tan difícil manejar la tristeza. No puedo estar triste... No sé estar triste.

Cuando algo me pone triste, consciente o inconscientemente, no lo tengo muy claro, convierto la tristeza en cabreo porque el enfado es un sentimiento que me resulta muchísimo más fácil de manejar.

Hoy estoy muy cabreada porque a una persona a la que quiero muchísimo le han diagnosticado un cáncer de pulmón terminal. Cuando me lo ha contado, me he pegado un hartón de llorar, pero ahora estoy muy, muy enfadada con ella por haberse pasado 30 años de su vida fumando dos cajetillas de Ducados diarias, por no haberse hecho revisiones médicas aún sabiendo que tenía todas las papeletas (por antecedentes familiares) para acabar así, por no haberse parado a pensar cómo nos quedaríamos los que la queremos si a ella el pasara algo...

Sé que esto es totalmente irracional y que seguramente vais a pensar que estoy loca por cabrearme con alguien que se está muriendo por estarse muriendo, pero así es como me siento.

1 comentario:

  1. Yo te entiendo.
    Cuando le diagnosticaron a él leucemia, estuve días cabreada. Cabreada y sin saber porqué. El ni fumaba.
    ¡Ay, señor!

    ResponderEliminar