lunes, 20 de diciembre de 2010

El Gordo




Jamás juego a la lotería, ni en Navidad, ni en ninguna otra época del año. Nunca en mi vida he comprado un décimo... ni siquiera una participación.



Supongo que no soy la única, pero entonces... ¿por qué todo el mundo me mira como si fuera un bicho raro cuando cuento esto?



Lo de la lotería me parece tirar el dinero. Y seguramente habrá quien diga que soy un poco (bastante) rata, pero es que me da mucho cargo de conciencia, qué le voy a hacer. Con los años, esta manía se ha convertido en una cuestión de principios y cada vez llevo peor que me intenten colar la puñetera lotería de mil y una maneras distintas. Si te digo que no compro, es que no voy a jugar ni el número "oficial" de la empresa, ni las participaciones a beneficio de la cofradía de la virgen de la pata arrastras, ni las papeletas para el viaje de fin de curso de tu niño. De verdad, no insistas.



Mucha gente me hace todos los años la pregunta del millón: ¿Y si toca y nos forramos todos menos tú? Pues me alegraría en el alma por los afortunados y me emborracharía como la que más para celebrarlo, aunque yo fuera la única pringada de la fiesta que tuviera que volver a madrugar el día 23.



Dicho esto, os deseo a todos mucha suerte el miércoles... Y si os toca, avisadme, que si hay cava gratis, ¡yo voy!