martes, 16 de marzo de 2010

Como Willy Fogg

Acabo de aterrizar en Madrid después de tres semanas dando vueltas por el mundo por motivos de trabajo. En 20 días he estado en Venezuela, Hungría, Eslovaquia y Turquía, pasando un día y medio por casa entre un viaje y el siguiente para deshacer y volver a hacer la maleta.

Me gustan los viajes de trabajo. Normalmente las agendas están ajustadas al milímetro y no me da tiempo a hacer turismo, pero aún así, intento escaparme a dar una vuelta por la ciudad donde esté, aunque sea en taxi y a las tantas de la noche. Y además, agradezco poder salir de las cuatro paredes de mi despacho de vez en cuando.

De lo poco que he podido ver en estos días, me quedo con la Ciudad Vieja de Bratislava y con las vistas del Danubio de Budapest. Me encantan las ciudades con río en las que se vive el río, y el Danubio me ha parecido impresionante.

En Ankara no hay demasiado que ver, y en Caracas me he dedicado fundamentalmente al turismo gastronómico porque me han acojonado tanto con el tema de se seguridad, que no me he atrevido a salir del hotel.

Otra cosa que me encanta de los viajes son los hoteles. Meterme en la cama con las sábanas recién planchadas, las bañeras enormes, los buffets del desayuno... Disfruto como una enana.

Aunque estas tres semanas se me han pasado volando (casi en el sentido literal), la verdad es que ya tenía ganas de volver a casa y acurrucarme con el niño en el sofá... para ver los capítulos de la nueva temporada de House, que estrenaban hoy!

2 comentarios:

  1. Sin mucha más información... ¡qué envidia de trabajo!

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  2. HOLA, BONITA. ESTOY MIRANDO TU BLOG. TE INVITO A Q' ME VISITES EN "VERSOS NEGROS". SÈ Q' TE VA A GUSTAR. SIGO MIRANDO Y TE CUENTO. BESO.

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